Una de las portadas más reconocidas de los discos de los 90 es, sin duda, la de Nevermind de Nirvana, un disco que marcó una época tanto para la banda que venía de editar un Bleach mediocre en ventas y sacaba a la venta una nueva entrega que les catapultaría hasta la cima del rock.
Spencer Elden es un tipo de 30 años a quien en su día eligieron para la portada del disco. Durante muchos años fardó de ser el protagonista de Nevermind, pero el tiempo ha pasado y Elden dice que no conoce a nadie que no haya visto sus genitales y esto le produce vergüenza y rabia, por ello ha decidido demandar a la banda por haber “producido, poseído y promocionado comercialmente pornografía infantil usando su imagen” mientras que Cobain, Novoselic, Dave Grohl y la compañía discográfica se enriquecieron gracias a la foto por la que pagaron a su padre 200 dólares.
Lo extraño del caso es que Spencer Elden lleva tatuado “Nevermind” en el pecho de lado a lado, que se ha prestado en diferentes aniversarios y fiestas del disco a acudir y participar de estos eventos, ha repetido la fotografía ya con bañador y de repente de la noche a la mañana declara que “Es definitivamente interesante haber sido parte del proceso. Si sólo me dieran 25 centavos por cada persona que ha visto mi pene de bebé…”
Por ello, Elden reclama 150.000 dólares a cada uno de los siete implicados en el proceso.