Grandes jornadas de rock las que hemos vivido este fin de semana en el Rock Fest de Barcelona con dos cabezas de cartel que dejaron buenas sensaciones.
Expectación máxima para ver a los barbudos en la ciudad tras su última actuación en un lejano 2011 en el Poble Español. Fecha única en España. Tras la pantalla luminosa publicitando el 50 aniversario de la formación, sale Gibbons and co. y atacan con Got Me Underpressure. Billy Gibbons sigue siendo el Amo. Su presencia y forma de tocar es única e irrepetible y con los primeros riffs se pone al personal en el bolsillo. Dusty Hill, su escudero a la sombra le viene a la zaga y Frank Beard no se inmuta en toda la actuación tras la batería. I thank you y Waiting for the bus calientan el ambiente. La sorpresa para un servidor es la tremenda Jesus Just Left Chicago que nos permite respirar ante un ambiente calurosísimo y húmedo. Billy y Dusty ya no están para muchos bailes. Algún tímido baile al uso del combo que levanta las sonrisas y el griterío del respetable. Con la ochentera Give me All you lovin’ (uno de sus temas más populares), Can Zam se convierte en una fiesta. El evento es una sucesión de exitazos, uno tras otro: Pearl Necklace (también muy celebrada), I’m bad I’m nationwide, My head’s in Mississippi, Sixtin tons, la cachonda Beer Drinkners and Hell Raisers, Just Got Paid, Sharp Dressed Man, y Legs. El momentazo guitarras de algodón provoca un auténtico jolgorio. En los bises Gibbons sale pertrechado al estilo pachanga de grandes eventos de estadio: con una camiseta del FCBarcelona con “Gibbons” en la parte trasera y con su guitarra cuadrada de color rojo. Un clásico incontestable como La Grange hace que se nos caigan a todos los pantalones. Terminan con Tush y el cover de Jailhouse Rock. Todo ha ocurrido en un santiamén: una hora y cuarto para congratularse de nuevo con una auténtica leyenda de banda.
Aquí tnéis una parte del final del show con grandes temazos como La Grange y Tush
Una hora antes del inicio del show (también el único en nuestro país) temíamos por la cancelación. En el escenario colindante Europe tocaban bajo un aguacero. Pero la lluvia paró y Billy Elliot y sus chicos salen a escena bajo el logo de la banda. Se muestran un tanto erráticos y el sonido no es el mejor ¿O es la voz de Elliot? Rocket, Animal y Let it Go son los temas iniciales. Una pantalla va amenizando la velada con imágenes de los músicos o videoclips. Algo no acaba de funcionar. Pero de forma milagrosa, la noche remonta a partir de When Love Hate Collide. En Let’s Get Rocked el público ya se ha animado y la voz de Elliot ha mejorado. Sigue Armageddon It, Rock On y Two Stops Behind. Elliot nos explica que es la última noche del tour europeo y que ya han pasado nada más y nada menos que 42 años desde que estos tipos de Glasgow volvieran loco al mundo en la primera mitad de los 80 con su ¿heavy? comercial. Tras repasar otros tema menores de su carrera, toda la banda de un paso al frente e interpretan correctamente en acústico Two Steps Behind. En Love Bites Elliot vuelve a tener problemas en la voz. Pero todo se arregla cuando atacan con Hysteria. Lo mejor de la noche. Un hit incontestable. La pantalla reproduce una sucesión de imágenes histórica de la banda que hacen ese momento, uno de los ejercicios de nostalgia de todo el festival. En ese tema la banda está excelsa. Y el público responde ante ello. Ante de los bises finales, otro himno: Put Some Sugar on Me. Ya en los bises se despiden con Rock of Ages y Photograph.
