Se ha publicado en la web de M-Clan…los pelos de punta
El dia antes de cualquier concierto yo le llamaba, le decia por teléfono: "Hola Passs" (con mi tono enérgico que Tarque tan bien imita) y él me respondia: "qué passsa Yuipeeeerez" (en clara alusión a un teniente que me puteaba en la mili y tenía media lengua) "mañana a las nueve", y él con su gran tranquilidad: "vaaaale".
Llegaba a mi casa a menos diez y yo le preguntaba: "¿tienes torta (sueño)? Él decia: "…estos políticos cabrones son los de la mano levantada, menuda panda de hijos de…", en fin, me daba el parte de Gabilondo por aquel entonces, que luego sería el de Francino.
Me decía "conduce tú" y yo me ponía a manejar. Efectivamente se me dormía antes de salir de Murcia.Yo le bajaba la radio para que me roncase a gusto, le miraba, esbozaba una sonrisa e incluso alguna vez le hice alguna foto con el móvil. Le quería mucho.
Parábamos a desayunar en Albacete y así recoger a Prisco. 'Venta 6 Hermanos': "un cortado y una manchada con dos tostadas de tomate" decía yo, a lo que él añadía: "a una ponle un poco de jamón" y yo, por supuesto, siempre le seguia gastronómicamente: "a la mía también"… "Son cuatro euros y tal… ¿Queréis unos Miguelitos?", nos mirábamos y alguna vez dijimos que no. Otras (las más) nos poníamos perdidos de azúcar en polvo nuestros ropajes negros y rockeros. Yo incluso me comí alguno de un solo bocado para que se riera como un descosido, casi me ahogaba al volante mientras Prisco, en el asiento de atras, con su mirada entre Chuck Norris y Jeremias Johnnson, nos soltaba alguna de las suyas: "Aaaaay cuanta tontuna…" Jaaaaa, nos lo pasábamos en grande.
Hubieron bolos que nos vovíamos del tirón bastante tarde. Nos poníamos a Iker Giménez (con "g" de gato, como dice Coki en los hoteles) a toda leche en la radio, con todas esas cacofonías y mierdas de su programa. Cuando sonaban las voces de los espíritus gritábamos como críos y él me decía: "quita esta basura hossstia". Nos daba un poco de canguele a través de La Mancha y nos partíamos de risa.
Otra buenísima suya era cuando preguntábamos a alguien en alguna ciudad a través de la ventanilla del copiloto por el hotel o por el lugar del concierto. Siempre me elegía al más "freak" del lugar y con su lenguaje prosaico y super educado decía: "Perdón, disculpe, señor, estamos intentando averiguar dónde se encuentra la calle tal y tal…" El tío le miraba y le costaba… Yo me cabreaba como un mono y a veces salía pitando y le dejaba con la palabra en la boca al tipo. Él me aguantaba como nadie, es la verdad.
Llegábamos al hotel: "la 301, la 302… en cinco minutos abajo". Salíamos cortando a la prueba, eso si, con los bolsillos llenos de caramelos.
Prueba de sonido. Los amplis a rabo y yo le espetaba "¿no podrías tocar más fuerte Passs, con esos dos armarios roperos de 500 watios? El muy canalla me decia: "vale, me bajo" y se bajaba, pero del bajo y no del ampli. Luego durante el concierto se volvía a subir… Me engañaba siempre, bueno, casi siempre. Era espectacular como tocaba, no fallaba nunca, pero nunca eh. Grandísimo bajista con grandes recursos.
Cuando bajaba del escenario, me enseñaba su callo del dedo índice y lo tenía a tope. Luego, en el camerino, se abrochaba su manzana y de vez en cuando se preparaba un "gin tonic" con copa grande, que no se de dónde la sacaba, limón exprimido como un auténtico "lord" británico y se lo bebía a sorbos pequeños, como yo le imitaba muchas veces… y me partía denuevo.
A mi voz de "pa la casa" me seguía con su camiseta sudada en la mano y una botella de agua en la otra, se sentaba a mi lado y me decía adormecido: "torrrta". Algunas veces me perdía buscando esos hoteles de Dios por estas carreteras del infierno y conducía maldiciendo todo el rato. Él me decía: "tranquilo rui, que ya llegaremos". Y yo: "te mataría".
Le gustaban las tías con las tetas grandes… era muy de tetas, muy Landa. Él decía cuando veía algunas, con su seriedad habitual y su media sonrisa: "vaya tetes…" en bable, y yo: "la hossstia Alfredo Landa….". Se partía. Qué tío.
En un viaje que hicímos a Guinea Ecuatorial (menuda frikada) fuimos a una terraza (bar que frecuentaban algunas meretrices para guiris). Una se le sentó al lado y con cara de no haber roto un plato le propinó tocamientos. Se puso como un tomate y al grito de "ésto qué es" salió por patas. Yo que estaba al lado casi me desmayo de la risa.
Adoraba a su hija, su Carmen. Estaba enamorado de ella. El mismo día que nació tocábamos en Donosti y vino en un vuelo sin dormir. Agotado hizo un gran bolo, como siempre.
Siempre le compraba algo a su niña en cada concierto y, últimamente, siempre que podía, la traía. Ropa, peluches… de todos los caprichos, exactamente como era él… Me muero solo de recordarlo y no puedo dejar de llorar, qué dolor.
Pascual tenía una bondad fuera de lo normal y un gran sentido del humor. Era muy inteligente y culto, leía de todo y ahora me viene a la memoria como imitaba el NO-DO. Nos moríamos de la risa todos.
En la pruebas de sonido se sentaba al piano, tocaba siempre una melodía tipo jazzie y Tarque se le arrimaba imitando al de "Area reservada" de Radio3. Lo clavaba. Él era un gran aficionado al jazz.. "Maggggcusss Millleeeeer " gritábamos alguna vez… En fin.
La Gineta, historias de la niñez con su hermana, Archena, Peter Luis (no te olvidamos), Dolores de Alicante, su padre, su madre, sus hermanas Fraida y Belén, su tío Carlos de Málaga, su primo Darío, el valle de Ricote, sus Fernando Rubio, Juan Expósito, Antonio trompeta, Mar… Rubén, Javi… todos lo llevarán en su corazón, ese músculo que un día te empezó a dar la tabarra.
Y Tarque y yo, huérfanos de ti, te lloramos como nunca.
Esto es muy duro, hermano, mucho. No lo superaré tan fácilmente. Me quedó una conversación pendiente contigo, pero se que me lo perdonarás. Nos has dado todo y estoy en deuda contigo.
Ahora los conciertos ya no serán igual e intentaremos llevarte siempre con nosotros a todos lados.
Miro a mi alrededor y no me lo puedo creer. Mi Pascual, mi compañero…. te quiero.